El avance hacia Madrid
El objetivo de los sublevados era ocupar la capital,
Madrid. El general Mola atacó desde el norte y Franco avanza
desde el sur.
Para
trasladar el ejército desde Marruecos a la Península,
evitando la marina republicana, Franco contó con la ayuda
de aviones alemanes e italianos, desembarcando en Andalucia unos
catorce mil hombres y abundante material de guerra. Este ejército
avanza rápidamente tomando Extremadura y Toledo, llegando
a las puertas de Madrid en octubre de 1936, pero allí tropezó
con una resistencia muy bien organizada de columnas de milicianos
y no pudo tomar la ciudad.
En febrero de 1937 atacó por el sur en la
batalla del Jarama para cortar las comunicaciones
de Madrid con el este, pero no pudo aislar la capital.
En marzo lanzaron una gran ofensiva en Guadalajara,
con la ayuda del cuerpo italiano que Mussolini había enviado
en ayuda de los nacionales, pero fracasaron debido a la reorganización
del ejército republicano, que puso de manifiesto la dificultad
de tomar Madrid, por lo que Franco abandonó momentáneamente
este proyecto y se dirigió hacia el Norte.
